Hay momentos en los que no es fácil para mi, acertar a hacer lo correcto, imagino que como le debe pasar a mucha gente.
Adivinar cómo está la otra persona,qué desea,y sobre todo qué no desea, y eso mezclado con uno mismo, con la vida que nos empuja, hace que se convierta en un desasosiego de emociones que casi siempre me llevan a cometer errores.
Intento serenarme, sé que solo desde el silencio interior es posibleme para mi, hacer lo correcto.
Cuando alcanzo esa tranquilidad, ese silencio, todo se coloca en su sitio, y las cosas fluyen sin más. Es ahí donde quiero estar, disfrutando de ese silencio, paseando en este otoño lleno de maravillas, encontrando mi centro, desde el cual ya puedo dar al otro sin temor a equivocarme, porque lo que sale de mi, es en ese momento, mi más profunda verdad.
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